La planta de Volvo CE en Braås alcanza la neutralidad en CO2
A últimos de diciembre del 2013, la planta de Volvo Construction Equipment en Braås alcanzó finalmente el objetivo de ser neutra en carbono. La fábrica de 45.000 m2 en el sur de Suecia, que se especializa en el diseño y el montaje de dúmperes articulados, funciona ahora completamente con fuentes energéticas renovables –como energía eólica, biomasa y energía hidráulica– que, o bien no producen emisiones peligrosas o no contribuyen al efecto invernadero.
Este logro trascendental sigue el ejemplo de Volvo Trucks, cuya planta de Ghent ha constituido el punto de referencia en materia de producción industrial sin emisiones desde el 2007. De la misma manera que Ghent fue la primera planta neutra en carbono del sector de automoción, Braås es la primera en el sector de maquinaria de construcción.
«Al ser uno de nuestros valores fundamentales, la gestión medioambiental influye en todo lo que hacemos en Volvo», afirma Niklas Nillroth, vicepresidente de gestión de valores fundamentales y CSR de Volvo CE. «Estamos, por tanto, muy orgullosos de que el grupo Volvo se alce como referente no solo en un sector, sino en dos.»
La primera medida de Braås para alcanzar la neutralidad en carbono se tomó en 1999, cuando encargaron a Växjö Energi AB, una empresa de suministro eléctrico local, la instalación de una planta de calefacción urbana de astilla forestal para proporcionar calefacción central a sus empleados y a los habitantes de la población. Posteriormente, Braås se adhirió a una iniciativa del grupo Volvo en el 2007 para impulsar el cambio hacia la electricidad verde (es decir, la generada con fuentes renovables).
Según Nillroth, que tiene su base en la planta de Braås, «Volvo CE es un elemento importante de la sociedad de la región, por lo que es fundamental que nuestras decisiones en cuestiones relacionadas con el medio ambiente no solo beneficien a nuestros clientes y al mundo en general, sino también a nuestros vecinos más cercanos.»
El esprint final
Mediante estas dos primeras iniciativas, la neutralidad en CO2 de la fábrica llegó al 87% en el 2008, con el objetivo final de alcanzar el 100% en solo dos años. Se determinó que la mayor fuente de consumo energético eran las calderas de gas licuado de petróleo (LPG), que se utilizaban para calentar los hornos del tratamiento anticorrosión a 60 °C. Desde septiembre del 2013, estas se sustituyeron sistemáticamente por calefacción urbana. Las calderas del taller de pintura de componentes, que alcanzan temperaturas de 120 °C, se cambiaron también por calefacción eléctrica. Además, las carretillas elevadoras con motor diésel de la fábrica se remplazaron por modelos con batería eléctrica.
Mientras tanto, los habitantes del lugar y los 1.000 empleados de la fábrica ejercieron presión sobre Växjö Energi AB para que hiciera funcionar la planta de calefacción urbana únicamente con biomasa, ya que antes se había utilizado también petróleo durante periodos de máxima actividad y mantenimiento.
«Este logro formidable se alcanzó gracias a la entrega y la tenacidad de los empleados de Braås», afirma Nillroth. «Pero no lo hubiéramos conseguido sin la fácil obtención de energía verde en Suecia y sin el apoyo de la población local.»
Continuación del compromiso
El siguiente paso será concentrarse más en las actividades que ahorran energía, sobre todo en reducir el consumo en vacío de la fábrica. Otra iniciativa supondrá reciclar el calor residual de los hornos y las calderas de tratamientos y aprovecharlo para calentar los edificios. «Puede que ya no despidamos grandes cantidades de CO2 a la atmósfera, pero cuanto menos energía consumamos, mejor será», afirma.
«La gestión medioambiental ha sido siempre una de las principales prioridades de Volvo CE y, aunque Braås haya sido el primer establecimiento en alcanzar la neutralidad en CO2, las demás fábricas de la empresa van en el camino correcto, creando todos los días mejoras que reducen cada vez más nuestra huella de carbono en el mundo.»
«Tal como expresó nuestro anterior presidente Pehr G. Gyllenhammar en 1972, «somos parte del problema, pero somos también parte de la solución». Esta es la razón por la que nos esforzamos tanto por ser líder mundial en soluciones de construcción sostenibles en todas las partes de la empresa», concluye Nillroth.