Agricultura 4.0, las bases del mañana de McCormick

Si la innovación digital es una de las características principales del cambio que el sector agrícola ha vivido y está viviendo en estos años, el enfoque que esta tecnología puede tener como apoyo a la sostenibilidad medioambiental es un tema sumamente actual.
Hacer frente a estos cambios e incluso anticiparse a los mismos es la misión a la que siempre ha adherido McCormick; así como la atención al planeta y al bienestar de quien lo habita son aspectos fundamentales en el diseño de nuevos tractores que, de hecho, responden cada vez más a las exigencias de los agricultores que desean aumentar la propia productividad, manteniendo elevada la calidad y el respeto por los terrenos. Esto ha significado la realización de tecnologías de vanguardia, que McCormick introdujo hace tiempo, como el Isobus – el protocolo elaborado para permitir que las máquinas agrícolas estén conectadas entre sí, la Conducción Asistida por Satélite – que prevé dispositivos integrados y software de soporte al conductor y el Fleet Management – el sistema telemático para controlar la flota desde remoto.
El Precision Farming es sin duda uno de los aspectos precursores y más concretos de la Agricultura 4.0, que se inserta perfectamente en este contexto ya que comprende todas esas estrategias e instrumentos que – gracias a la innovación técnica y a la digitalización, es decir a la recogida y al análisis de los datos – permiten optimizar y mejorar la productividad trabajando de manera más sostenible. Por tanto, se satisfacen las diferentes exigencias de los cultivos específicos, de los terrenos y de las áreas, manteniendo un altísimo nivel de precisión.
El avance tecnológico de la agricultura de precisión es compatible con los intereses del planeta, ya que permite obtener una elevada calidad y mayor producción con el menor empleo de recursos, reduciendo al mismo tiempo el desperdicio de agua así como de fertilizantes y herbicidas, disminuyendo las emisiones de CO2 y racionalizando el uso de los instrumentos. El Precision Farming se encuentra en continua evolución, gracias a las tecnologías de punta que dan prioridad a la salud del terreno, ofreciendo la posibilidad de recoger los relativos datos y, por tanto, permitir la siembra y la cosecha automatizadas.
Trabajar siguiendo los criterios de la agricultura inteligente, que hace de la optimización de los recursos su característica principal, permite abordar y desarrollar el modelo de intensificación sostenible: producir más consumiendo menos, tarea a la que deben hacer frente los agricultores en la actualidad, conciliando la demanda cada vez mayor de productos con la exigencia de tutelar los recursos humanos y medioambientales.
La gran ventaja es que el Precision Farming no solo responde a esta doble demanda, sino que el ahorro de agua, fertilizantes, anhídrido carbónico, incide en el terreno en términos de calidad, garantizando una cosecha sana, segura y abundante;. Además la agricultura de precisión permite también aumentar los propios recursos económicos y así invertirlos en equipos de vanguardia, alimentando este círculo virtuoso enfocado en la productividad, la salvaguardia del planeta y la mejora de los aspectos sociales de la agricultura (bienestar del trabajador, aumento de los puestos de trabajo, reducción de los costes empresariales) que podríamos definir cada vez más resiliente.