Atlas Copco presenta su primer compresor portátil accionado por batería
Al presentar su nuevo compresor de aire de tornillo portátil accionado por batería, el ‘B-Air’ de Atlas Copco marca un momento decisivo en la transformación del mercado industrial global hacia un futuro con bajas emisiones de carbono.
En la última señal de su cambio progresivo hacia productos más sostenibles, Atlas Copco ha ampliado su cartera de productos eléctricos portátiles para incluir un compresor de aire de tornillo portátil accionado por batería completamente nuevo. El B-Air 185-12 es el primero de su tipo en el mercado industrial mundial y representa un hito importante en la hoja de ruta de Atlas Copco hacia un futuro sostenible.
“Estamos comprometidos a acelerar la transición desde la dependencia del carbono hacia las fuentes de energía renovables”, explica Maarten Vermeiren, Product Marketing Manager of Sustainability and Digitalization en Atlas Copco, Portable Air Division. “Al presentar el primer compresor de tornillo portátil a batería, queremos desempeñar nuestro papel para permitir una transformación sostenible y ayudar a construir un mañana mejor, tanto para la sociedad como para el planeta”.
El B-Air 185-12 presenta una presión de 5 a 12 bares, un caudal estable de 5,4 a 3,7 m3/min y una capacidad de almacenamiento de batería de 55 kWh. Con la energía suministrada desde su paquete de energía a bordo, en funcionamiento, una unidad completamente cargada es independiente de la necesidad de combustible o de una fuente de energía local a la que conectarse, y tiene la capacidad de funcionar durante un turno de trabajo típico completo. A su vez, proporciona portabilidad y productividad para aquellos que trabajan en sitios donde el acceso regular a la electricidad no es práctico.
Hacer el cambio de un motor de combustión interna (ICE) a un motor eléctrico trae consigo una gran cantidad de beneficios, que incluyen menos tiempo de inactividad y requisitos de mantenimiento. Debido a que tiene muchas menos piezas móviles (y, por lo tanto, desgastadas) en comparación con una unidad con motor diésel, el B-Air 185-12 eléctrico solo necesita mantenimiento cada 2000 horas, en lugar de las 500 horas de una unidad típica con motor ICE. La unidad de velocidad variable (VSD) de última generación y el motor de imanes permanentes de la máquina reducen el costo total de propiedad, ajustando automáticamente la velocidad del motor para satisfacer la demanda de aire en tiempo real y aumentando la eficiencia energética hasta en un 70 %.
Mediante el riguroso proceso de pruebas de Atlas Copco, que incluye pruebas de envejecimiento rápido en condiciones adversas y pruebas en cámaras climáticas, se ha demostrado que el B-Air 185-12 funciona de manera óptima incluso en las condiciones climáticas más extremas, desde +45 °C (+ 113°F) a un glacial -25°C (-13°F); y 4.500 metros (14.764 pies) sobre el nivel del mar. La unidad también está diseñada para sobresalir en áreas urbanas densamente pobladas donde las emisiones y la contaminación acústica están estrictamente restringidas, gracias a que no produce emisiones locales y tiene bajos niveles de ruido. La naturaleza silenciosa del compresor permite a los operadores trabajar sin distracciones por ruido, mejorando tanto la productividad como la seguridad.
El B-Air 185-12 se presentó por primera vez en el reciente evento «Viaje hacia un futuro sostenible» de Atlas Copco en Amberes, Bélgica. Aquí, la compañía reunió a líderes empresariales senior de toda la industria para discutir la mejor manera de abordar la transformación hacia un futuro amigable con el clima y bajo en carbono. La nueva unidad alimentada por batería marca un paso vital en la electrificación de la oferta de productos de Atlas Copco, y es solo uno de los muchos desarrollos que la empresa tiene actualmente reservados para ofrecer soluciones sostenibles a sus clientes. La unidad cobró vida gracias a la asociación a largo plazo con Perslucht Wilda, distribuidor de Atlas Copco en los Países Bajos durante más de 40 años. Durante el evento también se anunció que la empresa de infraestructura holandesa Van Doorn hizo historia al comprar la primera unidad B-Air.
