Ken Harrison celebra la millonésima retroexcavadora JCB
JCB ha conmemorado la producción de su retroexcavadora número un millón con un invitado de honor muy especial: Ken Harrison
Lord B y Ken Harrison y su familia, de izq. a der.: sobrino nieto Ed Farnley, sobrino Alan Farnley y sobrina Lynda Charlesworth
JCB ha conmemorado la producción de su retroexcavadora número un millón con un invitado de honor muy especial: Ken Harrison, un pionero de la empresa y el último superviviente conocido del equipo original de producción que fabricó las primeras máquinas.
Ken, quien cumplió 100 años en noviembre, se unió a JCB en 1952 como soldador, cuando la empresa apenas contaba con 29 empleados. En aquellos días, su salario era de cuatro chelines y seis peniques por hora, equivalente a 22½ peniques en la actualidad. Trabajó en la compañía durante 36 años, hasta su jubilación en 1988.
Un Regreso con Estilo a los Orígenes de JCB
Setenta y dos años después de la fabricación de la primera retroexcavadora JCB, Ken ha regresado al lugar donde todo comenzó: la sede mundial de JCB en Rocester. Sin embargo, esta vez no llegó para fichar, sino como invitado de honor, trasladado en un elegante Jaguar con chófer de la empresa para participar en la celebración del hito histórico.
Ken no solo fue testigo del crecimiento de JCB, sino que también inició una tradición familiar dentro de la compañía. A lo largo de los años, 13 de sus familiares han trabajado en JCB, acumulando más de 350 años de servicio conjunto. Criado en Barrow Hill, a tan solo media milla de lo que se convertiría en la fábrica de JCB, Ken desempeñó diversos roles dentro de la empresa, desde la producción hasta las ventas europeas en los años 50 y 60. Además, pasó seis años en el Equipo de Demostración, mostrando el rendimiento de las máquinas a clientes y distribuidores.
Recuerdos de una Época de Esfuerzo y Compañerismo
Al rememorar sus días en JCB, Ken compartió anécdotas sobre la cultura de trabajo de aquella época:
«Trabajábamos muchas horas, prácticamente vivíamos en la fábrica. Recuerdo un domingo a las cinco de la tarde cuando era el único en la planta, y Joe Bamford entró diciendo: ‘Cuento contigo, Harrison’. En aquellos días, todos nos llamábamos por el apellido. Joe era un buen jefe; me caía bien. El ambiente era muy unido y todos colaborábamos. Un día estabas soldando y al siguiente manejando una hormigonera.»
También recordó los desafíos en los primeros años, como las condiciones precarias de la fábrica en expansión:
«Había tanta corriente de aire que la soldadura literalmente saltaba por los aires, porque todo lo que nos rodeaba era una lona gigante. Hacíamos lo que fuera necesario. Cuando conducía un camión, Anthony Bamford, que por entonces tenía unos 11 años, solía acompañarme en las entregas locales. Para él era toda una aventura.»
El Legado Familiar Continúa
La tradición de la familia Harrison en JCB sigue vigente con Ed Farnley, sobrino nieto de Ken y parte de la cuarta generación de la familia en la empresa. Ed, de 24 años y originario de Uttoxeter, se unió a JCB hace seis años como aprendiz de grado empresarial y ahora trabaja como especialista de productos para implementos en la planta de Uttoxeter.
«Me llena de orgullo saber que mi familia ha sido parte de JCB por generaciones. Mi bisabuelo John Harrison, mi abuelo Colin Farnley y mi padre Alan trabajaron aquí, al igual que Ken. Es increíble ver cómo JCB ha crecido hasta convertirse en una historia de éxito en los últimos 80 años.»
El legado de Ken Harrison y su familia es un reflejo de la dedicación y el compromiso que han impulsado a JCB a lo largo de su historia, consolidando su liderazgo en la industria de la construcción.
