Los robots Brokk, una solución eficiente para el refuerzo de cimientos de pilotes
Un robot Brokk también es una solución eficiente para el refuerzo de cimientos de pilotes. Los robots de demolición compactos y flexibles de Brokk pueden acceder fácilmente a espacios reducidos sin comprometer la potencia, también pueden transportar una variedad de accesorios y no emiten gases de escape.
Cuando se refuerzan los cimientos de edificios antiguos o edificios con malas condiciones del suelo, el pilotaje es un procedimiento tradicional.
Antes de una importante renovación y nueva construcción de un hotel, era necesario reforzar los cimientos del edificio histórico Draken en Järntorget en Gotemburgo. La propiedad se construyó a principios de la década de 1950 y los cimientos se apilaron con madera, que con el tiempo comenzó a pudrirse, lo que provocó que los cimientos se vieran comprometidos.
Muchas ciudades están construidas sobre pilotes de madera y funcionan bien hasta que se exponen al oxígeno y comienzan a pudrirse. Las condiciones del suelo tienen un impacto importante, pero la densificación de las ciudades también puede tener un efecto. Los nuevos edificios, la construcción de carreteras y el nuevo paisajismo cerca de las fachadas de las casas perturban las condiciones del suelo, lo que a su vez afecta las pilas de madera y los cimientos que requerirán refuerzo.
Cuando conocimos al supervisor Richard Hammar en Grundia AB, el proyecto había durado alrededor de 7 meses y estaba en su etapa final. Al principio del proceso de planificación, surgieron varios desafíos, lo que resultó en que un robot de demolición fuera la única alternativa para el trabajo.
– Algunas áreas del edificio están confinadas y, a veces, son de difícil acceso, el tamaño, la potencia y la flexibilidad de Brokk lo convirtieron en una opción obvia, dice Richard.
Dado que el trabajo se iba a realizar en un sótano, los requisitos eran específicos. El robot necesitaba atravesar pasajes estrechos (menos de 800 mm), así como subir y bajar escaleras. El Brokk 200 fue el modelo más adecuado para el trabajo, ya que ofrece la máxima potencia en relación con su tamaño, lo cual fue crucial ya que la tarea requería un gran martillo hidráulico en un espacio limitado. Otro beneficio más con los robots de demolición de Brokk es que se controlan a distancia, lo que brinda al operador la oportunidad de maniobrar el robot desde una distancia segura y permite la mejor vista posible del trabajo.
Dado que el proyecto se llevó a cabo íntegramente en interiores, una máquina eléctrica era esencial. Los gases de escape de una máquina con motor diésel habrían hecho insoportable el entorno de trabajo.
Una solución flexible
Un robot Brokk es increíblemente versátil gracias a la capacidad de usar diferentes accesorios. Al apilar, la elección del martillo hidráulico puede diferir según las condiciones del suelo y el estado del edificio, en este caso particular se necesitaba un martillo con un pistón de gran diámetro. Cuando se utiliza un martillo pesado, el robot necesita un contrapeso para una buena estabilidad.
Con este tipo de trabajos, donde el espacio y la altura del techo son limitados, un martillo montado lateralmente hizo posible mantener un ritmo de trabajo alto. Además, este tipo de rompedor permitía maximizar la longitud de cada pilote.
Sobre el proyecto
En total, Grundia AB colocó 303 pilotes en los 1500 metros cuadrados del edificio. La profundidad media era de unos 41 metros pero variaba entre 17 y 70 metros. Debido a las condiciones cambiantes del terreno, algunos pilotes se pudieron hincar rápidamente y otros tardaron varias horas. Para las pilas más profundas, los primeros 40 metros tardaron unas 2 horas, mientras que los 20 metros restantes tardaron casi 4 horas. En este proyecto, se utilizó Brokk 200 durante un total de 1500 horas.
