Además de un funcionamiento más silencioso, los contrapesos adicionales en las ruedas delanteras permiten ahora una alta presión de los cuerpos de siembra para sembrar en suelos más arcillosos. El robot con lastrado completo alcanza un peso total máximo de 250 kg, mientras que en vacío no llega a los 150 kg.
El depósito de semillas se ha ampliado a 20 litros de volumen: suficiente para aproximadamente 0,5 ha con 90.000 granos/ha.
La capacidad de la batería de iones de litio se ha aumentado a 2,6 kWh. Un Fendt Xaver puede trabajar aprox. una hora y media antes de tener que regresar a la estación base para cargarse.
Un enjambre de seis unidades de robot obtiene un rendimiento por superficie de aprox. 3 ha/h y de aprox. 2 ha/h con tiempos de carga incluidos. El sistema permite un funcionamiento autónomo de manera ininterrumpida.
El objetivo del enfoque robótico es ofrecer una alternativa inteligente, potente y respetuosa con el medio ambiente frente a la tendencia continua en la fabricación de máquinas de cada vez mayor tamaño. Las máquinas pesadas provocan daños, sobre todo en suelos blandos o más húmedos, reducen el rendimiento y acortan las jornadas en el campo.
La sociedad espera una producción de alimentos sostenible y ecológica utilizando menos productos fitosanitarios, por no decir ninguno. Actualmente, esto solo es posible de forma manual y con una gran cantidad de trabajadores. Los robots pueden asumir estos trabajos monótonos que requieren esfuerzo físico. Para ello, es imprescindible una siembra precisa con independencia del cultivo. Esto simplifica de manera considerable los trabajos posteriores, por ejemplo, con la azada, además de permitir su monitorización y mantener la calidad.