Una grúa Liebherr en la restauración de la Mezquita de Santa Sofía en Estambul

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La histórica Mezquita de Santa Sofía, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo con 1.500 años de historia, se encuentra actualmente en plena restauración.

Una grúa Liebherr en la restauración de la Mezquita de Santa Sofía en Estambul Noticias Maquinaria

La histórica Mezquita de Santa Sofía, uno de los monumentos más emblemáticos del mundo con 1.500 años de historia, se encuentra actualmente en plena restauración.

Para ejecutar los trabajos de manera precisa y segura en este entorno excepcionalmente sensible, se ha instalado una grúa Liebherr 280 HC-L con pluma abatible, convirtiéndose temporalmente en una presencia destacada en el horizonte de Estambul. Su diseño permite realizar operaciones de elevación entre los minaretes del templo con total exactitud, una necesidad clave para el proyecto.

Una colaboración de larga trayectoria

La empresa Atilla Dural, uno de los principales proveedores de grúas torre en Türkiye y socio de Liebherr desde la década de 1980, suministra la grúa utilizada en este proyecto singular. Su director general, Turgay Dural, subraya la importancia de la fiabilidad técnica:
«En proyectos tan sensibles y con tanta carga histórica como la Mezquita de Santa Sofía, la competencia técnica debe ir acompañada de una fiabilidad absoluta. Incluso el error más pequeño podría tener consecuencias graves, por eso elegimos la Liebherr 280 HC-L. Liebherr nos ofrece plena confianza y un soporte técnico esencial para una ejecución impecable».

Dural destaca que participar en la restauración de un patrimonio tan importante es motivo de responsabilidad y orgullo. Su empresa ya ha intervenido en otros proyectos de gran visibilidad, como el puente 1915 Çanakkale, gracias a una colaboración sólida con Liebherr basada en la calidad y el conocimiento técnico.

Instalación especial y operaciones de elevación delicadas

Debido al valor histórico del lugar, la instalación de la grúa requirió métodos de cimentación únicos. Según explicó el responsable de ventas, Ömer Suiçmez, la grúa se erigió sin excavación subterránea, utilizando un sistema de anclaje diseñado a partir de cálculos estáticos específicos. Tras análisis en terreno, pruebas de rayos X y la aprobación del comité científico, la grúa se instaló en una plataforma especialmente construida. Todo el proceso duró entre cuatro y cinco meses.

La elección de una grúa con pluma abatible fue determinante para afrontar los desafíos del proyecto.
«La Liebherr 280 HC-L permite operar entre los minaretes con precisión y seguridad», explica Suiçmez. El elevado tráfico turístico, el constante flujo de peatones bajo la zona de trabajo y la necesidad de una exactitud absoluta en cada movimiento hicieron que este modelo fuera la opción ideal. Su capacidad para trabajar con ángulos pronunciados y su elevada capacidad de carga proporcionaron la flexibilidad que el entorno demandaba.

La restauración de este monumento icónico demuestra nuevamente que las grúas Liebherr están preparadas para actuar en condiciones extraordinarias y en entornos de obra altamente sensibles.

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