Una grúa Tadano CC 38.650-1 derriba chimenea de 175 metros
Un desafío extremo: Tadano CC 38.650-1 derriba la chimenea de 175 metros de una central térmica en Ámsterdam.
Un desafío extremo: Tadano CC 38.650-1 derriba la chimenea de 175 metros de una central térmica en Ámsterdam.
La transición energética sigue avanzando en Europa, y con ella llega el desmantelamiento de las antiguas infraestructuras basadas en combustibles fósiles. En el puerto de Ámsterdam, una de las etapas más complejas de este proceso ha sido la demolición de la imponente chimenea de 175 metros de la central térmica Hemweg 8, fuera de servicio desde 2020.
Para esta tarea, el consorcio Combinatie ACGH confió en la experiencia del gigante belga Sarens, que asumió el reto utilizando una grúa sobre orugas Tadano CC 38.650-1 configurada especialmente para operar con un robot hidráulico de demolición suspendido a gran altura.
Experiencia previa para un reto singular
No era la primera vez que Sarens afrontaba una demolición de este tipo. La empresa ya había ejecutado una operación similar en Borsele en 2020 con una Tadano PC 3800-1. Ese precedente fue clave para comprender los riesgos y las exigencias excepcionales del trabajo.
“Sabíamos perfectamente a qué tipo de desafíos nos enfrentábamos”, explica Anton Mertens, Project Manager de Sarens. “Por eso seleccionamos la Tadano CC 38.650-1. Era la única máquina capaz de operar con seguridad a 175 metros y manipular dos herramientas de demolición diferentes, alternando entre ellas durante toda la operación”.
Una configuración nunca antes probada
La demolición exigía levantar hasta 25 toneladas a un radio de 55 metros con una longitud total del sistema —incluyendo plumín abatible— de 196 metros. Esta configuración no existía en las tablas de carga estándar de la CC 38.650-1.
Sarens recurrió entonces al soporte técnico de Tadano, que diseñó una ampliación específica del diagrama de cargas para la configuración SWSL_3. “Vimos rápidamente que la grúa podía cumplir con los requisitos sin comprometer la seguridad”, explica Christian Eickstädt, Manager AC & CC Retrofit de Tadano. Tras la aprobación de Sarens, Tadano actualizó las tablas de carga y el sistema LMI del equipo.
El soporte del fabricante resultó determinante. “Fue un servicio excelente, especialmente considerando el apretado calendario y que se trataba de una configuración inédita”, destaca el lifting supervisor Jerry Couvreur. Ingenieros de Tadano en Países Bajos y Alemania acompañaron la operación de principio a fin.
Finalmente, la grúa se configuró con un mástil principal de 108 metros reforzado con Boom Booster de 84 metros, un plumín abatible de 90 metros y un contrapeso total distribuido en tres masas: 225 t en la superestructura, 50 t de central y 245 t de SL.
Incluso los bloques de gancho fueron seleccionados estratégicamente para reducir tiempos improductivos al cambiar entre herramientas de demolición.
Montaje exprés en cinco días
Mover la grúa desde Wolvertem (Bélgica) requirió más de 50 transportes y cuatro días de traslado. El montaje —completado por tres técnicos y apoyo ocasional de operadores— tomó apenas cinco días, pese a la complejidad de la configuración.
Después se instalaron cámaras en la punta del plumín y un monitor adicional en cabina para garantizar una visión completa durante el derribo. Esta fase sumó dos días más.
“Para una configuración tan especial, con componentes que tuvimos que traer desde diferentes ubicaciones, el montaje fue impecable”, apunta Mertens.
Preparativos extremos y estrictas medidas de seguridad
Trabajar a 175 metros de altura con riesgo constante de caída de escombros exigió medidas excepcionales.
El equipo creó una doble barrera de contenedores para proteger la grúa y reforzó la cabina con una cubierta transparente. También analizaron exhaustivamente las condiciones de viento y posicionaron la grúa para que las rachas predominantes soplaran desde atrás del operador.
Si el viento cambiaba de dirección o superaba el límite de seguridad, la demolición se detenía de inmediato. Además, la presencia de un sistema antidistorsión de polvo acoplado al plumín obligaba a extremar precauciones al elevar o bajar la pluma para evitar daños.
10 semanas de trabajo continuo: objetivo cumplido
Comprendiendo todas estas limitaciones, cliente y operador fijaron un ritmo de demolición de cinco metros por día, lo que dejaba un margen de diez semanas para derribar la chimenea por completo.
El ciclo de trabajo obligaba a la grúa a operar en dos turnos diarios durante jornadas de 16 horas, siempre con un operador y un supervisor trabajando de manera coordinada.
A pesar de las duras condiciones, la Tadano CC 38.650-1 cumplió con solvencia. La estructura, antes visible desde toda la zona portuaria, fue derribada dentro del plazo previsto, marcando el final de una era para la central de Hemweg 8.


