Nuevos sistemas flexibles LINDE de trenes logísticos
Este método de suministro sincronizado para la producción fue empleado por primera vez en la industria del automóvil. Sin embargo, los trenes logísticos de Linde se están usando con cada vez mayor frecuencia en otros ámbitos industriales. Los trenes incluyen un tractor compacto capaz de remolcar tres, cinco o seis toneladas, junto con uno o más remolques y/o módulos.
Los dos sistemas de trenes de remolques de Linde están basados en dos diseños completamente nuevos, con un elevado nivel de estabilidad en la dirección y de maniobrabilidad. A diferencia de la mayoría de sistemas disponibles en el mercado, ambos trenes carecen de eje central, lo que les aporta una enorme flexibilidad en cuanto a los remolques que pueden transportar.
Tren Logístico Linde: Seguridad y fácil mantenimiento
Con la presentación de esta nueva serie, Linde ha ampliado también la gama de remolques. Además de los diseños del bástidor ¿C¿, el bastidor con forma de puente y la plataforma, la marca ofrece a sus clientes soluciones a medida, tanto para remolques (por ejemplo, remolques de tipo puente sin elevación) como plataformas rodantes (también llamadas «dollies»). El tipo de remolque más común, el bastidor C, está disponible en una gran cantidad de tamaños para alojar uno o dos juegos de horquillas, así como europalets, semipalets, europalets dobles y palets industriales. Además sus horquillas móviles hacen que la tarea de cargar los contenedores de mercancías sea aún más fácil para el operario. Una importante ventaja del Linde Logistic Train es su diseño plano, que permite incluso el transporte de cargas que superen los límites del armazón. El tren se puede dirigir tanto de modo mecánico como eléctrico mediante tracción a las cuatro ruedas, y de modo mecánico mediante tracción a dos ruedas. También es posible equipar los remolques con dos ruedas giratorias y dos ruedas fijas. Los remolques que no disponen de un sistema de elevación suelen estar equipados con un bloqueo eléctrico de plataformas rodantes.
Unos husillos eléctricos de elevación sin mantenimiento asumen la tarea de elevar los vagones desde el suelo, con una capacidad de carga máxima de 2.000 kilogramos. Para soltar las plataformas rodantes, el operario debe bajarlos antes, bien pisando un pedal situado directamente sobre la base del remolque, o desde delante, mediante la unidad de control del tractor. Cuando las plataformas rodantes están sueltas, la función de desplazamiento se bloquea automáticamente por razones de seguridad. Un acoplamiento sin juego de los remolques garantiza que el tren logístico siga exactamente el trayecto marcado. Un reducido radio de giro permite que el tren pueda virar con total seguridad en vías laterales de 2,3 metros de anchura. El controlador de CAN bus, así como el empleo de componentes de alta calidad fabricados en serie garantizan un fácil mantenimiento.
Los contenedores de mercancías se elevan mediante un accionamiento de elevación eléctrico con ajuste continuo controlado desde el módulo mediante un botón de control de elevación. Durante el proceso de elevación, todas las funciones pueden controlarse desde el panel de control del remolque, si fuese necesario. Para garantizar la seguridad durante el manejo, el tren dispone de una función de bloqueo automático del tractor durante el descenso de los contenedores de mercancías. También se aplica una reducción de la velocidad en curvas. Esta reducción de la velocidad en las curvas se mantiene activa hasta que el eje del último módulo vuelva a desplazarse en sentido rectilíneo. Para simplificar los virajes y mantener el radio de giro necesario al mínimo, el ángulo de dirección entre dos contenedores de mercancías puede aumentarse hasta los 120 grados. Además de la opción de desplazamiento lateral limitado en marcha atrás, otra de sus características principales es la dirección opcional a las cuatro ruedas. Empleando esta función es posible conducir el tren entero sobre una pendiente lateral.
Para determinar cuál de los trenes de Linde emplear, deben tenerse en cuenta criterios tales como el estado, la anchura y la inclinación de la vía de circulación, el tipo de área de almacenamiento (por ejemplo, almacenamiento en frío, aséptico o de alimentos), así como las dimensiones, el peso, la fragilidad de la carga y el embalaje. Por último, el itinerario y la configuración de otras operaciones de logística dentro de la compañía juegan un importante papel a la hora de determinar qué solución se adapta mejor a las necesidades.